Cuando calienta el sol aquí en la playa…

Y por asociación de ideas, puesto que playa y sol van indefectiblemente unidos, le toca ahora el turno a mi tanofobia. Detesto el sol y odio la piel bronceada. Las dos únicas personas a las que mi mente da permiso para estar morenas son Farrah Fawcett, sin cuya melena...