Corte InglésNo hay tienda que me guste más que el Corte Inglés (los que están acostumbrados a leerme, lo saben) pero tiene un defecto muy grande: todavía no ha puesto ningún colegio, ni tampoco universidad. Ofrece variados productos y servicios, pero NO TIENE COLEGIOS DONDE APUNTAR A NUESTROS HIJOS Y TAMPOCO UNIVERSIDADES EN LAS CUALES PUEDAN CONTINUAR SU EDUCACIÓN. Esto es un fallo muy gordo. Imperdonable, en una empresa de tamaña envergadura. Conviene, pues, subsanarlo: a quien competa, que se ponga las pilas.

Prácticamente vivo en el Corte Inglés. Acudo con mucha frecuencia: mínimo, una vez a la semana, no solo a comprar ropa u objetos para el hogar, sino que también soy asidua del supermercado, la cafetería y el restaurante. A veces, también la ferretería (aunque debo confesar que para ese tipo de objetos, acudo a Leroy Merlin).Corte Inglés

Me gusta mucho El Corte Inglés por varios motivos. El primero y principal es porque es más raro encontrar el molesto lumpen, siempre un incordio, que sí hallo en otras tiendas y centros comerciales como, por ejemplo, Carrefour, haciendo honor a su nombre gabacho. Las pocas veces que he ido me hallo, confusa, ante una terrible encrucijada: no sé para dónde tirar. Si me voy a la derecha me doy de bruces con la maruja avillanada de carro repleto, que lleva en vanguardia su prole infernal, a la que trata de domesticar con bramidos estentóreos. Que me voy para la izquierda, entonces me topo con la conjura de los reponedores que, justo en ese momento, rellenan compulsivamente la estantería de la que yo intento coger un producto. Corte InglésLejos de apartarse, me bloquean más el paso (porque ese es el verdadero trabajo de un reponedor de hipermercado: impedir a toda costa que un cliente coja un producto de una estantería. Se llevan una sustanciosa comisión por ello. Es uno de esos trabajos encubiertos, como los espías dobles: hacen creer a todo el mundo que están allí para reponer las mercancías conforme se van gastando, pero no. No es ese su objetivo principal). Así pues, frustrada e impotente (pues los reponedores suelen ser mozalbetes altos y fornidos, muy cachas, para poder tapar más superficie e impedir mejor que los clientes se cuelen por algún huequecillo) tengo que acabar marchándome a otro pasillo. Si opto por tirar por el camino del centro está claro que va a embestirme una sombría limpiadora, que con cara enfurruñada va por ahí rezongando. Con un brazo de Popeye me arroja a a las costillas el carro con los útiles de su trabajo, y luego, con una mopa cochambrosa  me restriega los zapatos con violencia inusitada.Corte Inglés

Pero no me iré por las ramas. A ver, gestores de El Corte Inglés, los clientes demandan un nuevo servicio: apertura de colegios y universidades por toda la geografía española. La consabida mensualidad se pagaría con la tarjeta, en cualquier establecimiento. ¿Cómo se escogerían a los profesores para estos centros de enseñanza completamente privados? Exámenes, por supuesto, para evaluar sus conocimientos en las materias docentes. Han de ser todos ellos muy doctos. Corte InglésJóvenes pero no tanto: entre 30 y 40 años, Fundamental que tengan buen aspecto físico y que huelan bien (buen olor natural, nada de perfumes que encubren a los guarrolimpios). No marginamos a los feos (nuestra política de marketing debe ser democrática), pero antes deben someterse a todas las operaciones de cirugía estética que haga falta hasta lograr acomodarlos positivamente a las retinas ajenas.Corte Inglés

¿Acaso no pensáis que el conocimiento se sustenta y fija mucho mejor en la mente si te lo imparte un bello o o una bella?  Haced la prueba: cuando enseña un adefesio de lo único que te acuerdas es de salir corriendo del aula en cuanto acaba la clase. La mayor parte de los fracasos escolares se deben A LO FEOS QUE SON LOS PROFESORES, no a que el alumno sea un torpe o un holgazán. Esto está tomado del Informe Pisa (de un anexo, el que tiene la letra pequeña para que nadie se entere).

Es imprescindible que antes de contratar a sus profesores El Corte Inglés los someta a exhaustivos test psicológicos, para descartar, en la medida de lo posible, a todos los locos y pederastas que andan por ahí sueltos. Habría muy pocos alumnos por clase (10 como máximo, uno por dedo de la mano del profesor/a. Así podría señalar a cada uno con un dedo diferente) a los que instruiría utilizando con eficacia los medios tecnológicos actuales. ¿Qué te interesa saber a ti? Pues yo, no sé, creo que la vida en Laponia. Sea. Todos a saber dónde está Laponia, cuál es su clima, su gastronomía, su sistema político…Documentales, canciones, degustación de platos típicos que los propios alumnos podrían preparar en casa siguiendo recetas del país…¿No sería maravilloso? ¿No se aprendería mucho mejor así?Corte Inglés ¿Sirve de algo ir a los colegios tal y como están en la actualidad? Te siguen endilgando el mismo rollo macabeo que me endilgaron a mi cuando hice la EGB, solo que ahora salpicado de algún que otro trabajillo copieteado de Internet y muchos cruces de whatsapp, para darle un viso de modernidad tecnológica al asunto. ¿Cuándo va a cambiar esto? Cuando El Corte Inglés tome cartas en el asunto y se meta a fondo en el terreno educativo.

 

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