umamiHoy me he levantado con la apetencia concreta de saborear algo que me sepa umami. Cuando una idea se me enquista en la cabeza, estoy perdida. Atrapada en un “bucle insignia” (conocéis bien mi afición por los juegos de palabras) voy en busca del quinto sabor. No haré nada en todo el día. Fingiré que trabajo y cuando nadie me vea pasaré la lengua por el escritorio (al que yo, en confianza, llamo secreter, pues adoro tal palabra). Luego chuparé el teléfono, los post-it de colores, las banderitas señalizadoras, los bolígrafos y marcadores. También el flexo, la cinta adhesiva y su soporte, el plástico de mi botella de agua mineral y el mango de las tijeras (no me atrevo a lamer la hoja, no vaya a hacerme una raja).umami

Mis papilas gustativas son capaces de reconocer a la perfección el sabor amargo, el salado, el ácido y el agrio, pero…¿a qué demonios sabe el umami? NO TENGO LA MENOR IDEA. Lo único que me sugiere esta palabra japonesa, si la repito dos veces y le añado el color azul en el idioma de Shakespeare, es el hit de los 70 del grupo español Pop-Tops (adivina adivinanza).

umami¿Por qué tanto rebuscamiento? (podríais contraatacar). El camino más rápido, siguiendo la lógica aplastante, sería comprar una bolsa de glutamato monosódico, un potenciador del sabor, cuyo alias de agente secreto en el ámbito alimentario es E-621. ¡LAGARTO, LAGARTO, NI SE ME OCURRE! Hay estudios en roedores que demuestran que esta porquería nos puede afectar al cerebro. Y si a una pobre rata el glutamato la vuelve majara, ¿qué no hará este venenazo en mis geniales y desorbitadas circunvoluciones? No puedo permitirme tal daño. ¡PODRÍA ACABAR CON MI CARRERA LITERARIA! Glutamato, solo el Ye-yé.umami

umamiVuelvo a chupar los objetos en busca del quinto sabor. ¿A qué sabe una mesa de oficina? A algo tiene que saber porque si una mesa fuera insípida ya no sería una mesa. ¡SERÍA AGUA! Y ¿cómo se va a sostener el ordenador encima del agua? NECESITAMOS UN FLOTADOR. Los objetos inanimados tienen, pues, que saber a algo. Me pregunto, extrañada, por qué nadie prueba las cosas. ¡SI TODO SON VENTAJAS! No es preciso cocinarlas (¿cuánto tiempo tardaría un archivador de palanca color gris jaspeado y formato A4 en cocerse en una olla rápida. ¿Y asado en el horno?). Te ahorras el esfuerzo de la digestión, luego no tienes que dormir siesta, pues no te invade el sopor, y nunca te hacen engordar.umami

En cuanto dé con la tecla escribo mis impresiones. Creo que van a ser las gafas. Sí, las patillas concretamente. Me saben un poco raro, esto va a ser el umami. Antes debo asegurarme. ¿A quién podría consultar?

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