camisetaAun a riesgo de que me tachéis  de “hater” por estar siempre con lo de odio esto o no soporto aquello, en esta entrada os doy de nuevo el coñazo con algo que no me gusta nada de nada: el nudismo. El argumento de la comodidad no me satisface en absoluto. Lo mismo de incómodo se está con esos bañadores, bikinis o lo peor…trikinis, con argollas de metal que, al recalentarse con el sol, te dejan la marca del dueño como a una res de rodeo, que ir por ahí hipnotizando al personal con el péndulo oscilante, ellos, o entrechocando con alegría las esferas tiki taka, ellas.

Lo más cómodo del mundo  es siempre una camiseta. Ha de ser blanca y de tan lavada, que esté casi transparente, dos o tres tallas más grandes que la que usamos, del más suave algodón orgánico. Échatela encima de unas bragas ( o si prefieres, unos calzoncillos) bien holgadas (nada de sujetador, el cual lo inventó Torquemada), también blancas y del mismo algodón orgánico. Con eso, yo te lo aseguro, llegas hasta el fin del mundo. ¿Acaso creéis que Adán y Eva retozaban desnudos por el Jardín del Edén? ¡JA! Es una de tantas mentiras que nos cuentan desde niños. La iconografía religiosa ha contribuido a extender esta patraña. En realidad  IBAN CON SUS CAMISETAS. Lo supe a raíz de una revelación que tuve en sueños: España, en el festival de Eurovisión, ganó con esta canción cuyo título no recuerdo, pero el estribillo sí: “El cuerpo de Adán y Eva no estaba mondo y lirondo, pues llevaban camiseta”.camiseta

¿No os provoca una honda repulsión esos cuerpos humanos que pretenden regresar a un estado de pura naturaleza que ha dejado de serle propio? ¡A MÍ SÍ! Un asco profundo. Veo un mono con el culo al aire y conservo mi paz mental. Nada sucede. No se desmorona mi universo. Es más, me disgustaría en extremo, hasta el punto de iniciar una demanda contra el autor de los hechos, si este, por hacer una gracia, cubriera las simiescas posaderas con unos bóxer de Calvin Klein. Un mono en pelota picada no me conturba en lo más mínimo. Pero el vecino del quinto, la frutera de la esquina, la dependienta de  Zara o el cura de mi parroquia, por poner cualquier ejemplo, tomándose unas gambitas en una playa nudista …¡VADE RETRO!camiseta

Y no es cuestión de belleza, aunque yo sea una esteta. Si el mismísimo David de Miguel Ángel, ideal renacentista de belleza masculina, se hiciera de carne y hueso y se echara en la tumbona tal y como el gran artista lo esculpió del bloque de mármol, le planto igual la camiseta.camiseta

¡Qué manía la del ser humano de forzar lo que ya no tiene remedio! QUE NO PUEDE SER, QUE NO. QUE YA NO PODEMOS VOLVER ATRÁS. El triunfo de la ciencia y la tecnología no es compatible con las vergüenzas al aire. Con tablet, portátil y smartphone, cubre tus artes pudendas. Hay que ir en consonancia con los tiempos que a uno le toca vivir. No hay nada más ridículo que un nostálgico de la prehistoria tecleando sin parar mensajes de whatsapp mientras se achicharra el pito. Semejante individuo es un emético anacronismo. Da ganas de vomitar tanto a unos (homínidos del pasado) como a otros (sus propios contemporáneos). Cualquier austrolopiteco entraría en estado de shock ante la combinación de un despelote total más dispositivos móviles.camiseta

Pero siempre hay algo peor. Yo lo llamo la progresión hacia el ACABÓSE: genitales descubiertos + tecnología puntera + piercings, pulseras, anillos, pendientes y collares. Y ya el colmo de los colmos: genitales descubiertos + tecnología puntera + piercings, pulseras, anillos, pendientes y collares + tatuajes sembrados por todo el cuerpo.camiseta

¡Atentado flagrante contra el proceso de hominización! ¡Sonora bofetada a la antropología, la genética, la arqueología y la paleontología! ¡Y pensar que con una simple camiseta se evitaría esta debacle!

 

 

 

 

 

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